Hace pocos días, conocíamos la enésima noticia relativa al abandono crónico que, lamentablemente, padece el patrimonio histórico y cultural de Almería en general, y la Alcazaba y sus aledaños en particular; la milenaria muralla de Jayrán ubicada en el cerro de San Cristóbal, santo y seña de nuestro casco histórico, ha entrado en la lista roja del patrimonio que elabora Hispania Nostra, o lo que es lo mismo: lo que debería ser uno de los principales activos turísticos de nuestra ciudad, se está cayendo a trozos ante la pasividad de los que deberían evitarlo. O como cantaría Sabina, “tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo”. Estamos ante el enésimo desprecio a nuestra cultura, a nuestra historia, al legado de nuestros ancestros, a nuestros monumentos, en definitiva, ante el ninguneo a la herencia universal de todos los almerienses.
Y hablando de historia, conviene tirar de memoria para recordar cómo, desde Ciudadanos, llevamos tiempo reclamando actuaciones para paliar esa pésima conservación de la muralla de la Alcazaba a su paso por la Hoya y por el cerro de San Cristóbal. Sin ir más lejos, el 13 de marzo de 2020, mi grupo político registró una moción instando a la Consejería de Cultura a efectuar una restauración integral de la muralla, incluyendo la retirada del horroroso acero corten que la Junta instaló a principios de 2011 como “medida provisional”, pero que hoy, una década después, sigue allí. Es verdad que, actualmente, se está actuando en parte de la muralla del Conjunto Monumental, cosa que aplaudimos, pero no es menos cierto que no se está haciendo nada en el lienzo de muralla que atraviesa la Hoya, ni la que discurre por el cerro de San Cristóbal, que es precisamente la parte que peor estado de conservación presenta.
Tanto para el caso de la muralla de la Alcazaba, como para la suciedad y el abandono crónico de sus aledaños —para lo que también pedimos en nuestra moción un plan de actuación específico— hubiera sido más que oportuno la creación del Consejo Municipal de Patrimonio, tal y como se aprobó —por unanimidad y de urgencia— en el Pleno del Ayuntamiento celebrado en 2016. Cinco años después, y tras reiteradas preguntas de Ciudadanos, desde el PP confirman que ese Consejo de Patrimonio no se va a crear. Es decir, que reconocen con total descaro que van a incumplir lo que ellos mismos votaron en sesión plenaria, dejando patente tanto su falta de palabra como su escasa preocupación por la conservación y puesta en valor de nuestros monumentos.
La creación de un Consejo de Patrimonio en una ciudad tan necesitada de mejoras en lo que a mantenimiento de nuestros monumentos y construcciones emblemáticas se refiere, no es una cuestión baladí. Fue una petición expresa de parte de la sociedad civil almeriense —Amigos de la Alcazaba— respaldada por la totalidad de los partidos políticos que entonces conformaban la Corporación municipal y que ahora, de forma unilateral, el equipo de Gobierno del PP ha decidido tirar al cubo de la basura.
Al mismo tiempo, seguimos siendo testigos de la irritante lentitud a la hora de ampliar el catálogo de inmuebles protegidos, pues todavía faltan cientos de edificios con valor histórico pendientes de ser incluidos, y expuestos a que la indiferencia de las administraciones públicas, el paso del tiempo y las ganas de algunos de efectuar con ellos especulaciones urbanísticas del todo indeseables, consigan el triste logro de que desaparezcan para siempre de nuestra ciudad.
Desde Ciudadanos siempre vamos a velar por la dignificación de nuestros monumentos y lugares emblemáticos. Hemos incluido en el acuerdo presupuestario de 2021 actuaciones en la cueva de la Campsa, en las canteras califales, en el parque Nicolás Salmerón, llevar mercadillos artesanos al casco histórico, etc. a lo que hay que sumar otras propuestas como recuperar los torreones de San Miguel y de los Perdigones, convertir en mirador el faro de San Telmo, o transformar el cortijo de los Góngora en el Museo de costumbres y artes populares de Almería, entre otras tantas.
El alcalde de Almería se llena la boca muchas veces con eso de que “Almería es la mejor ciudad del mundo”. Almería, sin duda, tiene potencial de sobra para ser la mejor ciudad de la galaxia, pero mientras los que dirijan el Ayuntamiento sigan sin entender la importancia que tienen el cuidado y la puesta en valor de nuestros monumentos y atractivos históricos y culturales, estaremos lejos de alcanzar todo ese enorme potencial que poseemos como ciudad, y por tanto, lejos de que los almerienses y los turistas que nos visitan puedan disfrutar de la mejor ciudad del universo conocido, y cerca de un jaque mate a nuestro patrimonio.