El oprobio del bipartidismo PP-PSOE para con los almerienses tiene multitud de aristas, manifestándose continuamente de diversas maneras, por ejemplo, a través de incontables obras públicas que terminan convirtiéndose en actuaciones malditas de nunca acabar, o mediante inversiones presupuestarias que, en demasiadas ocasiones, dejan mucho que desear. Pero, si hay una muestra que sea arquetípica y, por tanto, fiel indicadora de ese agravio que los sucesivos gobiernos de la Nación que se han alterado en Moncloa durante los últimos cuarenta años, tanto socialistas como populares, es la nefasta gestión, de los unos y de los otros, en lo que a infraestructuras ferroviarias se refiere.
No en vano, Almería lleva padeciendo un tren tercermundista desde la noche de los tiempos ante la sangrante indiferencia estatal, y la (pen) última prueba de ello es que nuestra ciudad es la única capital de provincia a la que no llega el tren. Esto es así porque, en su día, el Gobierno de Rajoy, con el beneplácito del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Almería, desechó la propuesta de Ciudadanos de realizar un ‘bypass’ en la avenida Mariana Pineda para que las obras del soterramiento del paso a nivel de El Puche no conllevaran trasladar la estación de la capital hasta la de Huércal. Según explicó entonces el que era concejal de Urbanismo y actual diputado nacional del PP, Miguel Ángel Castellón, dicho ‘bypass’ no era necesario porque las obras del soterramiento apenas durarían nueve meses. Pues bien; casi tres años después, el tren sigue sin entrar en Almería.
La culpa de esto, como digo, es compartida, porque el PSOE, que cuando era oposición también se daba golpes en el pecho para que se realizara el ‘bypass’ impidiendo así trasladar la estación a Huércal, nada más llegar Pedro Sánchez a la Moncloa, se agarró a la táctica del avestruz, y si te he visto no me acuerdo; y así estamos, los almerienses, como siempre, perjudicados, ante la negligencia del bipartidismo.
Pero no todo son malas noticias. Sin ir más lejos, en el último pleno, ha sido aprobada una moción de Ciudadanos con la que hemos conseguido dos compromisos muy importantes para Almería: por un lado, la unanimidad para reclamar que se cierre el expediente abierto en 1985 para declarar la estación de ferrocarril como Bien de Interés Cultural, ya que, 36 años después, seguimos esperando. Y por otro lado, lo que considero un hito en nuestra política municipal: la celebración de una consulta popular para dar voz a los almerienses y que sean ellos los que decidan qué uso futuro le damos a este emblemático edificio una vez sea cedido al Ayuntamiento, eligiendo en base a las propuestas elaboradas por una comisión que integre a todos los agentes implicados, sea su carácter institucional, político o asociativo.
Esta moción ha obtenido el voto favorable de PP, PSOE y Podemos, cosa que agradecemos, y la abstención de Vox, cosa que no entendemos. Claro que su portavoz llegó a decir en dicho pleno que eso de la participación ciudadana es un “enredo”. Con tales mimbres, poco más se puede esperar. Por lo que a mí respecta, siempre he creído en la participación ciudadana, y que la democracia participativa es mucho más que limitarse a votar una vez cada cuatro años.