• Miguel Cazorla: “Es una auténtica vergüenza que llevemos décadas con los aledaños del Cable Inglés convertidos en un estercolero pestilente”

Almería, 21 de junio de 2020. El Grupo Municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Almería ha instado al equipo de Gobierno a actuar con urgencia para adecentar la desembocadura de la Rambla, junto a la Ballena y el Cable Inglés, donde “pese a las reiteradas denuncias de colectivos y vecinos, incluyendo a Ciudadanos, y pese a que se trata de una zona céntrica y de gran afluencia de gente, hay acumulada gran cantidad de todo tipo de porquería, desde lodo fecal generado por los vertidos ilegales de determinados edificios con la aquiescencia del Ayuntamiento, hasta plásticos, latas, cristales y demás materiales, ofreciendo una pésima imagen para los turistas, y generando un auténtico problema de insalubridad para los vecinos”.

Así lo ha explicado el portavoz naranja, Miguel Cazorla, tras visitar la zona y constatar que la situación “ha empeorado en estas últimas semanas”. “Nosotros ya denunciamos públicamente, a principios del pasado mes de junio, que los hedores y pestilencias que padecemos todos los que paseamos por esta céntrica zona de la ciudad son cada vez más insoportables, incluso usando mascarilla”, ha recordado el edil, ahondando en que “a este problema crónico de malos olores, se suma la vergonzosa imagen que ofrece tal cantidad de basura acumulada, algo que empeora cada día que pasa”.

En ese sentido, desde Ciudadanos critican la “dejadez e insultante desidia del Ayuntamiento, que pese a ser conocedor de esta problemática, no hace absolutamente nada por solucionarla”. “No es un problema nuevo, y los almerienses ya están hartos de padecer una situación tan desagradable al olfato y a la vista, pero también tan contraria a un correcto mantenimiento de nuestro medio ambiente”.

Géiser

Fue en abril de 2015 cuando, en rueda de prensa, el anterior alcalde, Rodríguez-Comendador (PP), anunció a bombo y platillo una serie de obras de mejora en el entorno de la desembocadura de la Rambla con el objetivo, según explicó entonces el equipo de Gobierno, de “mejorar la imagen de esta zona” y de “eliminar los malos olores que se producen como consecuencia del estancamiento del agua”. Asimismo, se prometía instalar un géiser con un chorro de agua de hasta 15 metros de altura, que según el entonces alcalde, sería regulable en función de las condiciones del aire existente, y que estaría iluminado mediante seis focos de led de luz blanca y 11 vatios. “Eso fue lo que nos vendieron en 2015, pero cinco años después, las aguas fecales siguen estancándose, las basuras acumulándose, y el géiser ni está ni se le espera”, ha sentenciado Miguel Cazorla.