En ese sentido, como decía al inicio, debo centrar mi primera observación en el elevado, elevadísimo precio al que casi cualquier ciudadano debe hacer frente para algo tan sencillo como debería ser viajar a la capital de su país, ya sea por motivos de trabajo, placer, salud o lo que se tercie. Máxime, teniendo en cuenta las deficitarias comunicaciones de nuestra provincia, con conexiones ferroviarias tercermundistas, a lo que hay que sumar el ‘síndrome de esquina’, es decir, el hecho de que Almería está geográficamente más lejos de Madrid que prácticamente cualquier otro punto de la Península. A este respecto, quizá haya llegado la hora de plantear seriamente un marco de tarifas especiales para provincias “esquinadas” como Almería (o Huelva, o La Coruña, o Gerona), ya saben, algo así como el descuento por insularidad, donde hay una bonificación del 75% en las tarifas de los servicios regulares del transporte aéreo otorgada por el Estado español. Estas bonificaciones se aplican a los ciudadanos españoles y de los demás Estados miembros de la UE que acrediten la condición de residentes en las Islas Baleares y en las Canarias, además de en Ceuta y Melilla, y que realicen desplazamientos entre el lugar de residencia y cualquier lugar del territorio nacional.
Hay que subrayar que, si tiramos de hemeroteca, nos topamos con titulares en la prensa local tales como «La falta de competencia mantiene a Almería como el vuelo más caro», o «El vuelo Almería-Madrid puede salir por más de mil euros y con escalas», una situación que, probablemente, justifica en parte otro titular que reza que «El aeropuerto de Almería perdió pasajeros en 2018»; titulares que contrastan con otros a nivel nacional del tipo «Los aeropuertos españoles logran su mejor cifra histórica: 264 millones de viajeros en 2018».
Así las cosas, cada vez más almerienses optan por desplazarse hasta el aeropuerto de la vecina Málaga, que es el cuarto con más pasajeros de toda España, y donde, a pesar de ese desplazamiento, sale más barato viajar hacia cualquier destino que hacerlo desde Almería. En cualquier caso, no vale achacar la pérdida de pasajeros de nuestro aeropuerto (un 1,5% menos) a la cercanía del de Málaga, ya que en otros también cercanos, como el de Granada, se ha incrementado la cantidad de viajeros durante el mismo periodo hasta un 25%, mismo porcentaje que en Sevilla, mientras que en Murcia ha aumentado un 6,4%, en Alicante un 2%, o en Melilla, donde los pasajeros han aumentado en un 7,3%
Si nos fijamos en los datos acumulados de 2019, observamos que las cifras de viajeros en el aeropuerto almeriense prácticamente se mantienen (+0,2%), si bien durante los meses de junio y julio —en plena época estival— han vuelto a descender (-2,5% y -1,1% respectivamente). Ello, en un contexto donde las cifras de ocupación turística a nivel nacional, al igual que las de viajeros en otros aeropuertos, van en dirección contraria a las cifras relativas a Almería, ya que, el pasado junio, España recibía un 3,2% más de visitantes.
Con estos números en la mano, se trata, en definitiva, de trabajar en la búsqueda de soluciones para que coger un avión con partida desde Almería no deje a nadie con la amarga sensación de haber sido víctima de alguna extraña clase de atraco legal.