Desde Ciudadanos hemos realizado un balance de lo que ha dado de sí un año tan atípico como 2020 en lo que a la vida municipal de Almería se refiere, diferenciando entre los aspectos positivos y los negativos que nos deja la gestión del equipo de Gobierno del PP. Lo primero que hay que decir es que, lamentablemente, hay más de los segundos que de los primeros, por lo que, tirando de aquella fórmula para evaluar a los alumnos de Primaria cuando estaba vigente la EGB, el ejecutivo de Ayuntamiento de Almería obtendría un ‘necesita mejorar’ pues, como se verá a continuación, debe ‘progresar adecuadamente’ en múltiples facetas.
Resumiendo los principales aspectos negativos —si los mencionáramos todos, esto, más que un artículo de opinión, sería una tesis doctoral—, destacamos las condenas judiciales por las que los almerienses estamos pagando más de 30 millones de euros, ahí es nada, todo debido a una pésima gestión con la adquisición de los terrenos para ampliar el paseo marítimo. Y hablando de esto último, hete aquí otra de las losas de 2020, cuando se han cumplido dos años sin obras en la continuación de ese paseo marítimo hasta la desembocadura del río, una de las ‘obras malditas’ que padecemos por culpa del Gobierno de España, pero también del convenio suscrito en su día por el Ayuntamiento. Obras malditas son también la reforma de la Casa Consistorial, que debería haber estado terminada hace lustros, y que ahí sigue, acumulando retrasos, algo parecido a lo que pasa con el soterramiento en El Puche, lo que, por la cabezonería del PP (contrario al bypass), ha hecho que Almería aún sea la única capital española a la que siga sin llegar el tren. Por cierto, no nos olvidamos de nuestra emblemática estación de ferrocarril, cuyo uso futuro aún desconocemos. Y de obras malditas, a obras absurdas y nada baratas, como las improvisaciones en nuestra principal arteria, el Paseo de Almería, con una semipeatonalización en forma de colorines que nos ha costado un ojo de la cara (380.000 euros), o con la innecesaria actuación en la Plaza Careaga (700.000 euros). De los planes para reformar la Plaza Vieja, actualmente parados por un juez, mejor ni hablamos.
Tampoco nos olvidamos del imparable éxodo comercial del centro y casco histórico, ante lo cual, desde Ciudadanos hemos reclamado la puesta en marcha urgente de una Mesa que aún no se ha creado, y donde deberían sentarse a buscar todos los implicados. Además, hemos vuelto a ver a la UDEF entrando a hacer registros en dependencias del Ayuntamiento, una imagen que no habla precisamente bien de cómo podrían estar haciéndose algunas cosas en el Ayuntamiento, y por la que nadie ha dado explicación alguna.
En 2020 hemos seguido soportando pestilentes vertidos de aguas fecales en pleno centro de la ciudad, al igual que el ninguneo al comité vecinal, o lo que es lo mismo, a la participación ciudadana, además de seguir existiendo incontables focos de suciedad excesiva en casi todos los barrios de la ciudad, en especial en los aledaños de La Alcazaba.
Pero no todo es malo. Como aspectos positivos, nos quedamos con el consenso para la aprobación del Plan Reactiva20 con medidas sociales, económicas, tributarias, de fomento del empleo, de apoyo a empresas, fomento del turismo y la cultura y contratación de obra pública, medidas especialmente dirigidas a autónomos y pymes, y de las que Cs nos sentimos parte. También nos ha alegrado ver la creación de la Mesa para el cambio de la ordenanza del agua, una exigencia de este partido desde el minuto uno para evitar la subida del 20% en la factura, así como otras medidas positivas que son propuestas por Cs y se han ejecutado durante 2020, como las bajadas de tasas e impuestos, aunque no siempre se hayan realizado tal y como nosotros solicitábamos: basta recordar cómo pedimos un 75% de bonificación para los ambulantes, cuando el PP sólo ha rebajado un 50%, o cómo logramos la supresión temporal de la zona azul.
En resumen, 2020 ha sido un año completamente atípico y extraño, pero donde, como ha ocurrido antes y durante la pandemia, y seguirá ocurriendo una vez la superemos, ha habido algo que no ha cambiado: Ciudadanos ha sabido erigirse como un partido sensato, que siempre ha tendido la mano al equipo de Gobierno para aprobar presupuestos y planes de contingencia, como los planes Reactiva20 ante la grave crisis que atravesamos; un partido que no ha cesado de hacer propuestas, y que siempre estará ahí para trabajar por la ciudadanía, por el bien de los almerienses, que son los que nos pagan el sueldo, y a los únicos a los que debemos rendirles cuentas.